viernes, 4 de marzo de 2016

Inseguridad

Debo confesar que nunca en mi puta vida, esta vida asquerosa me había sentido tan exasperada por una sola persona.
Y es una mierda... Si lo es, es una mierda depender de alguien emocionalmente que por uno... Ni cruza la calle y lo hace entrar en la lucha contra uno mismo, contra el corazón y el cerebro, esos dos putos que nunca se van a llevar bien
Esos dos que me hacen escribir con odio y repulsión hacia mi, hacia usted.

Esos dos que me confunden, porque un día yo a vos te amo y al otro deseo que estés muerto, porque me domina la inseguridad

Esa inseguridad que siento cuando me miro a un espejo, una tortura, no encontrar nada agradable en mi, de no sentirme bien con lo que soy, lo que escribo, que mis letras no tienen argumento, sentido, y termino sentada en el borde del abismo, de ese abismo de cordura y locura, del que me he tirado mas de una vez y cuando caigo aparezco sentada en el mismo desgraciado circulo vicioso, en la misma posición.
En la misma posición esperando algo que nunca va a suceder, esperando una señal, o un final definitivo.
Y seguir aquí... Justo aquí esperando una respuesta que no llegará, que hace el tiempo algo eterno, una tortura habitar esto.
Un infierno estar en este cuerpo, esta vida, la existencia misma me abruma.

Me abruma pensar en usted todo el tiempo, querer una mínima muestra de afecto de una un corazón de acero inmoldeable, intocable pero la culpa es mía, claro que es mía, siempre lo fue la culpa de enamorarme de un hombre de hojalata, de no querer ver las señales, de seguir aquí amarrada, entregando hasta la ultima gota de sangre, entregando la vida... Le hubiese regalado mi alma a Satanás, porque se que después de todo esto que he sentido, este se compadecería de mi, ya mas o menos sabe usted por cual camino voy...

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